He
comenzado un nuevo libro de lectura de expansión: “El regreso del Catón”, de
Matilde Asensi. Un libro tan bien escrito, documentado, ameno e interesante
como ya nos tiene acostumbrados esta escritora alicantina.
Pero
con independencia de la trama y desarrollo del libro, me voy a permitir copiar
tal cual la primera página de comienzo del capítulo I (Edición booket Planeta
2017), pues creo que por sí mismo constituye algo tan importante a pensar y
considerar, que para mí ya está justificada la adquisición del libro
He
aquí la cita:
“Como
es bien sabido, la historia la escriben los vencedores, y los vencedores, con
el tiempo, adquieren el poder de obligarnos a creer lo que escribieron, de
hacernos olvidar lo que no se escribió y de inducirnos a tener miedo de lo que
jamás ocurrió. Todo para seguir ostentando el poder, sea poder religioso, poder
político o poder económico. Da igual. A ellos, a los vencedores, deja de
importarles la verdad y a nosotros, la gente, también. A partir de este
momento, el pasado lo reescribimos entre todos, haciéndonos cómplices de
aquellos que nos engañaron, nos asustaron y nos dominaron, Pero la historia no
es inamovible, la historia no está escrita en piedra, no tiene una única
versión ni una única interpretación aunque así nos lo hagan creer y, lo que es
aún peor, aunque así nos lo hagan defender con nuestras vidas, nuestro fervor o
nuestro dinero. De este modo aparecen las ortodoxias, las grandes verdades,
pero también las guerras, los enfrentamientos y las divisiones. Y ahí es cuando
nos han ganado para siempre. Sin embargo, a poco que nos armemos de valor,
demos un paso atrás y, como ejercicio, miremos el mundo desde puntos de vista
diferentes al nuestro, descubriremos y aprenderemos la más importante de las
lecciones: la incertidumbre. La verdad os hará libres, dijo Jesús. Sí, pero la
verdad la escriben los vencedores, así que para ser realmente libres sólo
tenemos la incertidumbre, la desconfianza y la duda….”
Este
artículo lo estoy publicando en mi Blog “Principio y Fin”, blog creado tras una
reconsideración de la inclusión de mis artículos sobre política y sociedad
en “Universidad de la Vida”. A dicho
Blog se le criticó que a pesar de su nombre era poco científico. Realmente creo
que lo que más caracterizaba al mismo no era tanto imponer, ni tan siquiera
exponer doctrinas, sino plantear preguntas y acostumbrar a adquirir el hábito
de saber vivir en la duda y el cuestionamiento continuo. Luego, creé este Blog
y ya quise darle más específicamente esta orientación; y esta cita del libro de
Matilde Asensi me parece un maravilloso soporte para que cada uno nos
preguntemos hasta qué punto somos conscientes de qué historia estamos siendo
sujetos activos: de las que nos impusieron y quieren seguir imponiendo, o de la
libertaria de duda y cuestionamiento de esas falsas “verdades inamovibles”. ¿Inamovibles,
ciertas? ¿para quién, y en virtud de qué?. Para los que llevan siglos actuando
sobre nosotros con el principio “divino” del paraíso de Adán y Eva: “Podéis comer de todos los frutos del
Paraíso menos del Árbol de la Ciencia, el árbol del bien y del mal; porque si
coméis de él moriréis” Es decir: evitad la tentación de saber, porque si
sabéis moriréis. Y a continuación, la Biblia ¡¡que nos han impuesto!! continúa
adjudicando al diablo, al maligno, al que se le atribuyen como únicos fines el
hacernos daño y acabar con la santidad de nuestras almas, el siguiente texto de
tentación a Adán y Eva : “No es cierto que
moriréis, sino que seríais como Dios”; es decir nos siguen “idiotizando” y
haciéndonos sentirnos culpables si intentamos ser como Dios, si intentamos
saber. ¡¡¡Pero no dicen que Dios nos hizo a su imagen y semejanza”?. Sí, “imagen y semejanza”, …¡¡no igualdad!!, ¡¡no faltaría más!!
Miremos
a nuestro alrededor; mirémonos a nosotros mismos, y seamos responsables de lo
que permitimos, de lo que toleramos, y de lo que criticamos a los que intentan
“moverse” del camino marcado.
¡¡Dudemos!!, ¡¡cuestionemos!!; ¡¡razonemos!!; ¡¡seamos libres!!
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