En
estas Fiestas se busca de una manera especial
“Ser Felices”. Y parece que todo, todo lo que hacemos está encaminado a
ese fin.
Hay todavía muchos que encuentran su bienestar en el sentido profundo
de estar con la familia, otros con la paz interior de hacer el bien a quienes
más lo solicitan. Y hay muchos, muchísimos, para los que las Navidades parecen
no ser más que una continua fiesta de fin de año donde se es feliz a base de
regalos y comer y beber a tope, sin que falte luego las fiestas en discotecas y
el máximo sexo posible.
Ni
voy a criticar a unos, u otros, ni voy a profundizar en principios y valores
importantes que se muestran su existencia, o su carencia, en unas u otras de
las posturas expresadas. Voy a asumir que, en definitiva, la mayoría de las
personas (de mis círculos) que puedan leer este artículo… “por su título” lo
único que les interesa en estos momentos son unos cuantos apuntes o consejos al
respecto y que no les caliente el coco con filosofía barata como suele
atribuírseme.
Sí
voy a hacer, no obstante, una contraposición a los ágapes típicos en los que
parece que el éxito consiste en su cantidad y precio, y me voy a referir,
exclusivamente a “cosillas” que pueden alimentarnos sanamente, alegremente,
satisfactoriamente.
Así
pues, aquí van mis consejillos:
Condimentos habituales: Hay dos elementos que yo tengo en mi cocina,
y que antes usaba más, y que sé he de volver a esas buenas costumbres.
·
El
laurel, condimento maravilloso para muchos platos de pescado y
mariscos, también puede usarse para aromatizar salsas de pasta o carnes blancas
como conejo o pollo. Infusiones con laurel son muy buenas para combatir las
infecciones de garganta y oídos, para aliviar excesos estomacales, eliminación
de cálculos renales, cistitis, y incluso para regular el sueño. En forma
externa, es eficaz como cicatrizante y en apósitos para aliviar las lumbalgias
·
El
romero, además de ser una hierba muy aromática para paellas,
guisos de carne, y salsas de tomate por ejemplo, tiene las siguientes
excelentes propiedades medicinales: es antiséptico (también puede usarse de
forma externa el agua de romero), antiespasmódico, depurativo, estimulante
estomacal, diurético e hipotensor.
Mi
segunda recomendación, está constituida por varios grupos de plantas y sustancias naturales que bien en infusiones, u otros tipos de
preparados, pueden seros de gran utilidad en esta época del año. Yo me voy a
limitar a hacer una mera enunciación de sus principales cualidades y usos, pero
cada cual debe tener criterio suficiente para requerir de personas expertas
(nutricionistas, naturópatas) y casas especializadas, como las herboristerías,
las cantidades, mezclas y formas de administrarse, ya que el gran valor de las
plantas y remedios naturales es equivalente a su peligro si no se usan adecuadamente
A).-
Excesos y afecciones de estómago e hígado: Ortiga, Rooibos e Hinojo
B).-
Diarreas: Hojas de fresas y vides, Limón, Manzanilla, Ortiga y Salvia
B).-
Diuréticas y depurativas: Ortiga y Fresno
C).-
Circulación cardiaca e hipertensión: Espino, Ortiga, Vid roja,
D).-
Afecciones broncopulmonares: Eucalipto
E).- Sobrepeso-Diabetes:
=> Evitar de raíz azúcar blanco, pan blanco, pasta blanca y patatas, así como turrón,
mazapanes y todo tipo de golosinas navideñas
=> Recomendable:
Alhova, Arándanos, Chia, Eucalipto, Ginseng y Té verde
Y,
finalmente, unos cuantos secretillos para noches
apasionadas de sexo:
El
elemento estrella es el ZINC; y ¿cuál es el alimento típico de estas fechas más
idóneo para la asimilación más efectiva de zinc?: los mariscos, y a la cabeza de ellos, sin duda alguna: las ostras
Pero
hay un elemento complementario que les da un toque culinario especial, ya que
reduce en alguna medida el sabor fuerte de la ostra, convirtiéndolo en un
manjar mucho más aceptable por quienes no son devotos acérrimos de las ostras
tomadas sin más, y, sin embargo, no suele afectar negativamente a quienes así
las prefieren. Este elemento es el jengibre,
que potencia el efecto del zinc al mejorar sensiblemente la circulación
sanguínea
Ahora
bien, si no podéis, o no queréis gastaros el coste de los mariscos y ostras, he
aquí los remedios caseros más económicos:
- Primero, un exquisito coctel de sandía y remolacha
- Luego un preparado “tan crudo como cada uno lo admita”, o bien una sopa (aunque su poder disminuye grandemente) de apio y brócoli, o, en su defecto, una sopa de mariscos con pistachos
- Si queréis un plato de carne, os recomiendo buey o conejo guisados con jengibre fresco rayado, apio, cidronela, cúrcuma, puerro, pimienta, romero, limón y trufa negra
- En las ensaladas, que no os falte el apio, las nueces y los pistachos, y espolvoreado de avena
- Los postres, a base de canela y cacao; cuanto más puros, mejor
- Y, finalmente, infusiones que contengan maca o muira puama, , a las que añadiríais un regalito de canela y licor de arándanos
Pero,
además de cualquiera de estas recetas, los verdaderos ingredientes de felicidad
para estas Fiestas son: el Amor a los demás y a uno mismo; la humildad; la
valentía para comparar nuestra situación con la de muchos otros millones de
personas; y el ser capaces de prescindir de “las obligaciones comerciales” que
parecen imponer los conceptos de estatus social, anteponiendo “el tener ante
los demás” a lo que realmente “somos en nuestro interior”.
No
miréis todo lo que os rodea estos días para sentiros felices; sed felices con
vuestra paz y coherencia interiores y veréis todo lo que os rodea con otros
ojos, con una mirada que hará feliz a los que tengáis a vuestro alrededor.
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