PARAR Y VOLVER

 

Probablemente quienes no hayan leído mi primerartículo, presentación, de este Blog no puedan comprender en todo su significado el sentido del presente artículo, de su título y de su contenido. Por ello, os animo a que lo leáis antes de continuar con el presente

 

Llevo muchos meses casi desaparecido de las redes sociales, a las que solo he vuelto, muy esporádicamente, para corresponder a saludos plenos de cariño e interés de algunas y algunos de mis amigas y amigos, a los que quería tranquilizar de que aún continuaba vivo, y a los seguidores y profesionales interesados en el Curso“Como Ser y Vivir Feliz” a los que sigo atendiendo puntualmente

¿Y por qué me he decidido a escribir hoy de nuevo?, ¿es que ya han desaparecido todas las injusticias y abusos de poder y corrupción que tanto me motivaban en su día y que llegaron a hartarme y a forzarme a una retirada de supervivencia?. No, ni muchísimo menos; cada día sale a flote más mierda de las cloacas del poder; pero, disculpadme los que me insistís en ello, sigo sin querer volver a entrar en ese tema de momento.

Hoy vuelvo para dar correspondencia a varias voces de vosotros que me han llegado al corazón; voces sinceras; voces de cariño verdadero; voces de amigas y amigos de verdad. Y en esta vuelta he querido compartir con vosotros mis pensamientos y sentimientos sobre algunas de las cosas que estas personas motivadoras me han hecho llegar en este tiempo.

Y comenzaré por esa primera imagen que encabeza este artículo. Una frase corta, muy corta. Con las mismas palabras, pero con significados profundamente distintos. 

Comencemos con la expresión “volver a verte”.  Su primera característica es que es una expresión de temporalidad: la base de la frase está en la palabra “volver” y equivale a “otra vez”, “de nuevo”, …. hasta el límite de “nunca más”, que sería el más estricto significado de la frase común “no quiero volverte a ver”.

El segundo aspecto importante de esta frase es que la acción básica que no se desea es “ver” de nuevo a la persona a la que se dirige, no implicando acción alguna por parte de dicha persona

Por el contrario, la expresión “Quiero verte volver” implica sobre todo el deseo de una acción por parte de la persona a la que se dirige: “su vuelta”, y reclama, así mismo, de la persona que la expresa, el sentimiento de que la otra persona está realmente realizando esa vuelta.

En la frase “no quiere volver a verte” el deseo es previo a cualquier acción por parte de ambas personas. En la frase “quiero verte volver” el sentimiento se generaría solo por la percepción de una acción de retorno real y sincera. Sólo cuando ambos corazones sienten que han vuelto a encontrarse se está cumpliendo ese “verte volver”, si no, sólo sería un mero encuentro de “volver a verse”.

La expresión “no quiero volverte a ver” se queda en el plano físico; la expresión “quiero verte volver” se encuentra en el plano anímico; es una relación de sentimiento de reciprocidad.

Y eso es para mí lo más importante del efecto comunicativo de las redes sociales. Pienso que mucha gente participa en las redes casi simplemente para figurar, e incluso en algunos casos con el único objetivo de batir records de “amigos” o  de “me gusta”. Sobre esto ya escribí algo hace tiempo. Vivimos desgraciadamente en una cultura del estrés, las prisas, y la economicidad, y parece mucho “más lógico” apretar el icono del 👍 que escribir tan solo “me ha gustado mucho”, lo que es muy distinto, o bien hacer “el esfuerzo” de compartirlo si creemos que realmente a otros le puede producir la misma sensación placentera que nos ha producido a nosotros.

Por esto, a veces, es bueno parar, recogerse un poco, re-encontrarse con un@ mism@ y volver cuando sintamos de nuevo contacto real con los corazones y sentimientos de los demás.

Yo he sentido a menudo que mis artículos eran y son apuestas por llegar a vuestros corazones, a vuestros pensamientos, a vuestros sentimientos. Admiro realmente, con absoluta sinceridad, a las personas que son capaces de entender y utilizar las redes sociales como meros lazos de comunicación de asuntos superficiales y de divertimento. ¡¡No por ello, por supuesto, menos respetables y valiosos que cualesquiera otros!!, y yo mismo a veces lo practico con el mismo fin, porque repito que me parecen bien. Pero en el fondo de mi alma, cuando escribo, el verdadero sentimiento que llevo dentro es llegar a vuestros corazones. Creo que estamos en un mundo de avasallamiento de información y poco tiempo para la pausa y la meditación; y creo que lo necesitamos.

Por ello, me vais a permitir que os aporte en este artículo copia del post que me manda “nuestra” amiga Nata, a la que ya conocéis por otros artículos de su Blog “Esenciapura” publicados anteriormente en “Universidad de laVida”. Está copiado tal cual. Es su estilo, y su entorno personal, pero a mí siempre me hace pensar.

ME ESTÁS ESTRESANDO

Parece que si no trabajas, te sacas dos carreras a la vez más el máster, vas a clases de inglés más telugu por vocación, dejas tiempo para tus hobbies como la cerámica, la pintura... pasas tiempo con tus amigxs, con tu familia, con tu pareja o folliamigxs,  haces skype con aquellos que están lejos, limpias la casa, haces la colada, te preparas los tuppers para la semana con la compra que has ido a hacer al mercado ecológico (porque hay que comer sano, bien y sin aceite de palma), vas al gimnasio para mantenerte en forma, viajas frecuentemente y a poder ser a los cinco continentes (¿quién no quiere una foto con un tigre albino o con un canguro?) y todo esto mientras ves la lucecita del móvil encendida cada dos por tres con mil mensajes de whatsapp que lo mismo es el grupo de los del trabajo con un artículo interesante un sábado por la noche o es un grupo de amigos con el meme más absurdo y gracioso que ronda por internet en esos momentos. O quizá estás en Instagram viendo lo feliz que es la gente publicando cada minuto cómo hace todo lo anterior y además son padres o madres de familia. Y a todo esto, te debes sentir afortunadx por tener un trabajo y poder tener hobbies y poco tiempo libre, porque si no te sientes así, amigx mío, flagélate, eres mala persona.
Sí, así somos hoy en día, o por lo menos así es mi visión hoy.  Hay que producir y hay que mostrarlo... (un momento que abra el whastapp...).

¿Por dónde iba? ¡Ah sí! Y luego hay que saber parar...

En mi mente se clavó el lema del "si no produces no eres nada". Por eso saber parar me ha costado mucho, y aún me cuesta.

Me siento mucho mejor la semana que hago más horas, me siento productiva. Siempre me ha pasado, la tarde que tenía libre no me permitía parar... por lo que muchas veces me abocaba al atracón, y así, una vez llena y exhausta, mi cuerpo se relajaba y podía al fin descansar en paz, paraba la mente traicionera que me llamaba vaga y perezosa.

Pero ya no me culpo. Es cierto que me sigue costando parar y que alguna tarde tengo la ansiedad al 200%. Me tengo que permitir parar, tengo que cambiar mis esquemas mentales, mis esquemas impuestos y crearme los míos propios. Porque al final estamos en lo de siempre. Si no te das cuenta acabas entrando en la vorágine de las masas y si no tomas conciencia de ello, estás otra vez contando calorías, preparando atracones y vomitando a la vez.

Porque siguen los bombardeos para conseguir un cuerpo de verano, y si bajo la guardia volveré a creerme lo que tanto me ha costado deshacer en mi mente.

"Relaja la raja, amiga".

Respira y a seguir.

Publicado por Nata en http://soyesenciapura.blogspot.com.es/2017/03/me-estas-estresando.html

La voracidad, las ansias de comer, es un fenómeno perfectamente identificado en psicología como sustituto de situaciones de carencia de afectividad o de autoestima. Asimismo el picoteo, y  "el paseo a la nevera" están asociados al sentimiento de aburrimiento o de inactividad o improductividad.  Se llena con alimentos y bebidas el hueco de afectividad o autoestima, o se trata de sustituir la “culpabilidad” de la inactividad con ese levantarse a tomar algo

Hablaré más de este tema en un próximo artículo

Ahora, para finalizar, os pongo este enlace al vídeo “con el tiempo” te das cuenta. Espero que hayáis sido generos@s con vosotr@s mism@s para daros el tiempo necesario para parar un poquito, y re-encontrar sentimientos